dhyānaheyāḥ-tadvṛttāyaḥ | II.11 |
“Esas (tat) activas (vṛttāyaḥ), habría que retirarlas a su origen (heyā) meditando (dhyāna)”
En el sueño profundo no hay actividad, si hay sueños todo se nos manifiesta como en la vigilia. La imaginación se basa en la memoria. Tanto el sueño, como la imaginación, como el “contacto” con los objetos de percepción pueden llevarme a samādhi bhāvana, experimentar está completa unión. Todas las actividades de la mente deberían integrarse en este proceso.
dhyāna es una de las tantas palabras que en el uso común y superficial traducimos como meditación. Nuestra cultura y lenguaje no cuenta con estas sutiles distinciones. dhyāna en particular, es un tipo de meditación en la cual la relación es lo más importante. El practicante se relaciona con su objeto de meditación así como una persona se relaciona con otra. Ambos se terminan conociendo y actuando como una unidad luego de darse tiempo, actuar juntos, tener intimidad.
Este tipo de meditación, entonces, será un proceso que lleve tiempo. El análisis o el conocimiento de nuestros engranajes es vital.
heyā es una palabra que se usa con el sentido de causa u origen. Y como todas las disciplinas tradicionales, científicas o médicas, una enfermedad se cura cuando los síntomas heyām, se retiran a su origen, hetu.