(Continúa de: La unión entre los Ālvār y los Ācārya)
T. Kriṣṇamācārya y la revelación de los Secretos del Yoga En los comienzos del siglo XX, había un joven estudiante de Yoga. Su nombre era T. Kriṣṇamacārya, un descendiente directo de Nāthamuni. Desde temprana edad, él estuvo interesado en aprender las diferentes escuelas de filosofía, y fue especialmente tomado por el Yoga. A través de su padre, su primer maestro, él oyó acerca de su ancestro Nāthamuni y sus trabajos, incluyendo el Yoga Rahasya que había sido perdido. Siempre había querido visitar el templo sagrado en Ālvār Titunagarī. Cuando tenía diesiseis años decidió hacer un peregrinaje hacia ese lugar. Caminó todo el viaje hacia allí. Antes de llegar al templo se encontró con un viejo sentado en la entrada y fue allí que le preguntó dónde podía encontrar a Nāthamuni. El viejo le señaló una arboleda de mangos e instruyó al joven Kriṣṇamācārya que fuera luego de tomar un baño en el río Tāmraparaṇi. Al salir del río despues de haber tomado su baño, perdió su conciencia y cayó en el banco de río. En estado de trance se encontró en la arboleda de mangos donde un sabio estaba sentado bajo un árbol junto con sus discípulos. Postrándose ante él, Kriṣṇamācārya le pidió que lo instruya en las enseñanzas del Yoga Rahasya. En una voz muy dulce, el sabio comenzó a recitar unos versos que Kriṣṇamācārya escuchara con atención. Cuando recobró la conciencia se econtró nuevamente en el banco del río. La arboleda de mangos había desaparecido, pero él pudo recordar todos los versos que recibió estando en ese estado. Corrió de vuelta hacia el viejo y le contó lo sucedido. Aquél le dijo: "Hijo, has sido bendecido, has recibido las enseñanzas de Yoga Rahasya del mismo Nāthamuni. Por favor ve a ofrecer plegarias al Señor Viṣṇu y vuelve a tu casa." Cuando salió del templo a agradecer al viejo éste no estaba en ningún lugar. Fue allí que se dió cuenta que el viejo lucía exactamente igual al sabio que recitó los versos en la arboleda de mangos. Así es como Kriṣṇamācārya recibió y revivió el Yoga Rahasya de Nāthamuni y es un privilegio para aquellos interesados en yoga y en las enseñanzas de Nāthamuni, tengamos este texto hoy en día. Tirumalai Kriṣṇamācārya luego se convertiría en uno de los grandes maestros del siglo XX y el Yoga Rahasya estuvo siempre cómo la fuente de inspiración más grande con la cual pudo ayudar a otros.
Kausthub Desikachar
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Próxima entrega: Una fuente de inspiración