Continúa de: Primeras Palabras
Es probable que objeciones nazcan a raíz de la autoría del Yoga Rahasya que estamos publicando a Nāthamuni, ya que se cree una composición irremediablemente perdida. Sin embargo, a medida que avanzamos sobre el texto, no hay razón para alimentar inquietudes sobre su autoría. Si este trabajo no fuera discutido por nadie, no es culpa de nadie. Es la voluntad de Dios (saṁkalpa) que solo un descendiente de Nāthamuni intentara y reviviera su trabajo. Cómo un estudiante de ciencias y escéptico por naturaleza yo también tuve dudas sobre las misteriosas historias que rodean el renacimiento de este gran texto. Sin embargo, al peregrinar hacia el árbol de Tamarindo, en el hueco donde se encontrara meditando a Nammālvār tantos siglos atrás, y sentir en carne propia la intensidad de la santidad del lugar, todas mis dudas desaparecieron. El poderío espiritual de estos grandes maestros pondrán todas las dudas a un lado. No es de sorprender que el altar de Ālvār Titunagarī continúe inspirándonos.
Kausthub Desikachar
© KYM
Próxima entrega: Madhurakavi